Ubicada en el Centro Histórico de Quito, la iglesia de Santo Domingo está a cargo de la orden religiosa dominica, junto al convento, museo y plaza que llevan el mismo nombre.
Su construcción inició en 1540, la Iglesia de Santo Domingo fue sometida a distintas reconstrucciones internas debido a las ideas de los dominicos italianos. La obra total se llevó a término en la primera mitad del siglo XVII.
La iglesia fue adornada con artesonados bien labrados, imágenes y lienzos. El templo está cubierto en cedro con pan de oro. Junto al retablo mayor, las diez capillas laterales completan el conjunto interior de Santo Domingo que enriquece aún más el cuerpo interno de la iglesia con bellísimos trabajos en madera y hojilla de oro.
La Capilla de la Virgen del Rosario es la más conocida de la Iglesia de Santo Domingo, que conservan en su interior reliquias de santos. Fue construida en tres niveles diferentes, la primera de españoles peninsulares y españoles nacidos en América, la segunda de aristas negros y mestizos, y la tercera por indígenas. Cada grupo tenía su espacio correspondiente en una suerte de capillas más pequeñas.