Es uno de los teatros de ópera más antiguos de Sudamérica y una de las joyas de la arquitectura clásica de Quito. Ubicado en el Centro Histórico en la plaza que lleva el mismo nombre, es una en las construcciones más emblemáticas de las artes escénicas de la ciudad.
Su construcción inicio en 1879, por disposición del presidente Ignacio de Veintemilla, por pedido exclusivo de su sobrina Marieta de Veintemilla quien se había convertido en el centro social y cultural de la ciudad. El diseño del Teatro Nacional Sucre estuvo a cargo del arquitecto alemán Francisco Schmidt. Su nombre es en honor al héroe de Pichincha, el Mariscal Sucre.
El Teatro Nacional Sucre fue inaugurado un 25 de noviembre de 1886, con la presentación musical del pianista francés Capitán Voyer, acompañado por la Orquesta Nacional, los cantantes Baldassari y Aymo de la Torre, quienes interpretaron el Himno Nacional del Ecuador.
El Teatro Nacional Sucre ha sido intervenido en innumerables ocasiones para evitar su deterioro. Fue sometido a varias remodelaciones en las que se cambiaron la cubierta, el piso de la platea y fachada principal que fue decorada con relieve de “Orfeo y las nueve musas”.